Música sin poses
(Traducción del artículo Les artistes du rock ou de la pop dans des situations inattendues)
Todo el mundo puede hoy filmar la música. Es suficiente tener un celular o una pequeña cámara digital. Internet regurgita estos extractos tomados de prisa en mitad del fervor. La mano tiembla, la imagen salta, un píxel negro se agita en la pantalla, el sonido satura. Madonna o Johnny, el resultado es el mismo. Esta captura del instante, con una economía de medios, se ha convertido en un género que tiene ya sus maestros.
Vincent Moon – Mathieu Saura su verdadero nombre- es la vedette de la blogosfera musical gracias a la serie de “conciertos montados”, de sus podcast descargables en La Blogoteca.
La idea es simple: suficiente con “escoger un grupo, un cantante, llevarlo a un sito cercano, conectar cámara y celular, filmar en un plano secuencia, con la prisa del ambiente, un fragmento, interpretado con lo que haya”. Esto produce instantáneas sorprendentes desconectadas de los habituales ejercicios de promoción.
El grupo Le National interpreta para La Blogoteca a bordo de un barco de motor en el mar, y los Grizzy Bear cantan su folk en un baño parisino, sin cortes ni montaje. “El plano secuencia es esencial - precisa Vincent Moon-, pues genera un sentimiento de verdad muy preciado hoy en día.”
Estética Inesperada
La serie cuenta actualmente con unos cincuenta conciertos. Se debutó con el grupo inglés Spinto Band en mayo del 2006, al banjo en un bar de La porte de Clignancourt, en Paris. El proyecto, sin embargo, debe su nacimiento al grupo de rock canadiense Arcade Fire, estrella internacional del rock independiente, conocido por su debut en la blogosfera.
El formato y el espíritu de La Blogoteca ha sido con el tiempo retomado por otros internautas en el mundo. “Yo recibo correos de otros locos de la música, que me piden participación en el proyecto. Amo esta idea de acoplamiento” , explica Moon.
Seducidas por el aspecto espontáneo y auténtico de los filmes, las casas disqueras han adoptado el ejercicio en el plan marketing de sus artista. Otros sitios (Télérama.fr, les Inrockuptibles...) también fueron inspirados por esta estética inesperada. Pero les falta ese toque de poesía y locura que aporta Vincent Moon: imágenes pixeladas, pero también la complicidad que se establece con los artista solicitados.
Odile de Plas
Todo el mundo puede hoy filmar la música. Es suficiente tener un celular o una pequeña cámara digital. Internet regurgita estos extractos tomados de prisa en mitad del fervor. La mano tiembla, la imagen salta, un píxel negro se agita en la pantalla, el sonido satura. Madonna o Johnny, el resultado es el mismo. Esta captura del instante, con una economía de medios, se ha convertido en un género que tiene ya sus maestros.
Vincent Moon – Mathieu Saura su verdadero nombre- es la vedette de la blogosfera musical gracias a la serie de “conciertos montados”, de sus podcast descargables en La Blogoteca.
La idea es simple: suficiente con “escoger un grupo, un cantante, llevarlo a un sito cercano, conectar cámara y celular, filmar en un plano secuencia, con la prisa del ambiente, un fragmento, interpretado con lo que haya”. Esto produce instantáneas sorprendentes desconectadas de los habituales ejercicios de promoción.
El grupo Le National interpreta para La Blogoteca a bordo de un barco de motor en el mar, y los Grizzy Bear cantan su folk en un baño parisino, sin cortes ni montaje. “El plano secuencia es esencial - precisa Vincent Moon-, pues genera un sentimiento de verdad muy preciado hoy en día.”
Estética Inesperada
La serie cuenta actualmente con unos cincuenta conciertos. Se debutó con el grupo inglés Spinto Band en mayo del 2006, al banjo en un bar de La porte de Clignancourt, en Paris. El proyecto, sin embargo, debe su nacimiento al grupo de rock canadiense Arcade Fire, estrella internacional del rock independiente, conocido por su debut en la blogosfera.
El formato y el espíritu de La Blogoteca ha sido con el tiempo retomado por otros internautas en el mundo. “Yo recibo correos de otros locos de la música, que me piden participación en el proyecto. Amo esta idea de acoplamiento” , explica Moon.
Seducidas por el aspecto espontáneo y auténtico de los filmes, las casas disqueras han adoptado el ejercicio en el plan marketing de sus artista. Otros sitios (Télérama.fr, les Inrockuptibles...) también fueron inspirados por esta estética inesperada. Pero les falta ese toque de poesía y locura que aporta Vincent Moon: imágenes pixeladas, pero también la complicidad que se establece con los artista solicitados.
Odile de Plas
